miércoles, 25 de marzo de 2015

¿Qué tipo de crédito se adapta a tus necesidades?

La situación actual en España a la hora de pedir crédito no ha mejorado en los últimos años como se había predicho, si no que al contrario, cada vez son más restrictivos y el coste del dinero más caro para el solicitante. El motivo por el que sucede esto, sin embargo, sienta sus raíces en las políticas europeas, pues sobra decir que lo que decide el Banco Central Europeo cada vez tiene más repercusiones en la ciudadanía española.

El grifo se ha cerrado y cada solicitud de crédito es analizada con lupa, pues un país como España que sigue enfocando sus esfuerzos en reducir deuda y aplicar políticas de austeridad, tiene que procurar por reducir riesgos que generen desconfianza en el mercado, y se genere así un nuevo escenario atractivo para inversores extranjeros.

Pero, ¿cuál es la consecuencia directa para el español? pues que nuestras pequeñas y medianas empresas no disponen de la liquidez suficiente para crecer, ni siquiera tienen acceso a esa liquidez, por lo que se genera un gran agravio respecto a las grandes corporaciones. Pero también le ocurre lo mismo a los particulares, ya que a día de hoy el crédito hipotecario está casi bloqueado, lo cual no soluciona el problema de stock de vivienda, por mucho que algunas cajas y bancos nos hablen de mejorar la flexibilidad del mismo para incentivar la compra.

En este contexto se sitúa el crecimiento de la demanda de capital privado, que ofrecen otro abanico de posibilidades que si bien resulta alternativo, puede ser complementario pero que responde a unas necesidades distintas que el crédito hipotecario. Algunas de las posibilidades a las que más se recurre si queremos crédito para cubrir alguna necesidad cotidiana son: minicréditos, créditos online o telefónicos, préstamos personales privados de cuantías superiores, y otras fórmulas no comerciales (mecenazgo, pedir dinero a un amigo o familiar, un anticipo de nómina, etc.)

LOS MINICRÉDITOS, PARA SOLVENTAR UNA FALTA DE LIQUIDEZ PUNTUAL.

Es un producto financiero relativamente nuevo en nuestro país, que ha experimentado un aumento de su demanda considerable debido a la crisis y el cierre del flujo de crédito bancario. Son cantidades pequeñas de dinero (en algunas webs como las de Prestamoney te permiten solicitar hasta 300€) y su devolución está planteada para plazos que no exceden el mes. Por ello no están pensados para su uso frecuente, sino para en un momento determinado poder hacer frente a un problema de financiación, como sería una avería en el hogar, una factura que no esperábamos, una multa, etc.

Por ello, el coste del dinero es más caro que el de otros créditos, con un interés que puede oscilar entre el 4%. En el simulador de la web http://www.prestamosminicreditos.es comprobamos que si solicitásemos 100€ a devolver en 30 días, tendríamos que abonar al final del todo unos 130€. Aunque por ser nuevo cliente podemos disfrutar del primer crédito gratis.

La rapidez e inmediatez en la que se consigue el dinero, sin duda, es uno de los puntos fuertes de este servicio, ya que se puede solicitar desde casa y apenas se requiere aportar documentación. Incluso algunas entidades permiten la concesión del préstamo a clientes que aparecen en las listas de morosos de ASNEF, lo cual es un gran incentivo para personas que carguen con ese lastre.

LOS CRÉDITOS RÁPIDOS TELEFÓNICOS.

Habremos visto en numerosas ocasiones anuncios en televisión de empresas como Cofidis, que nos ofrecen préstamos de hasta 10.000€

con unos márgenes de devolución, como es lógico, más largos que los de los minicréditos, algunos de ellos incluso a 5 años. El precio del dinero, es decir, el interés TAE, en este caso varía mucho entre compañías financieras, y también entre solicitantes, ya que se calcula el coeficiente de riesgo del cliente y se añade a la fórmula de los intereses. Por definición son caros y poco flexibles, motivo por el cual los minicréditos online parecen haberlos desbancado.

LOS PRÉSTAMOS PERSONALES

Estos préstamos para el consumo son la mejor opción si queremos percibir una cantidad importante de dinero, como por ejemplo, la financiación de un nuevo proyecto empresarial. Además previamente el cliente tiene mayor capacidad para negociar los plazos de pago.

Si queremos solicitar un préstamo personal las variables a tener en cuenta son más, por lo que se aconseja que el cliente visite distintas entidades y estudie el coste total del préstamo en cada oferta. También se tendrán en cuenta las comisiones, puesto que en la mayoría de ellos nos encontraremos con que en la letra pequeña se indican unos costes por cancelación, ya sea total o parcial, al igual que costes de apertura. En esta comparativa de nuevo será importante calcular el TAE. Suelen tener un interés fijo el primer año (actualmente entre el 7% y 10%), y después se nos recalculará a partir del Euribor anual, eso sí con un tope de suelo que suele estar en el 7%. También es probable que nos mejoren las condiciones del préstamo si tenemos contratados otros productos financieros con la compañía como una cuenta nómina.


Autor:prestamoney

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